Había que recorrer muchos
kilómetros en nuestro viaje, con ascensos y descensos, con cortados de roca y
con lenares, lapiaces y canchales que a
pesar de las botas, nos destrozaban las plantas de los pies. Pero como en los
tiempos difíciles que vivimos, no podíamos mirar para atrás, era un viaje sin
retorno, nuestro objetivo estaba claro, no podíamos desistir a pesar de las
dificultades. Son días especiales y difíciles los que todos estamos pasando,
crisis, falta de trabajo, recortes en educación y sanidad, familiares tristes,
decaídos o enfermos. Días en los que es necesario transmitir el aliento de la
superación, del esfuerzo y de la constancia, pues todo esfuerzo tiene su
recompensa; como este día en la Guillimona, en el que nuestro empeño nos hizo olvidar
por unas horas los problemas cotidianos,
y al final, obtener complaciencia, disfrutando de los maravillosos paisajes que
comparto aquí con todos vosotros, y con todos aquellos que en estos momentos
necesitan sentirse más que nunca vivos y útiles en estos tiempos difíciles que nuestros
ilustrados oligarcas nos están haciendo vivir.
“No nos hace falta valor para emprender ciertas cosas porque sean
difíciles, sino que son difíciles porque nos falta valor para emprenderlas”
Lucio Anneo Séneca
Dedicado a mis padres y a todos
los padres que día a día se esfuerzan para transmitir a sus hijos el valor necesario para
superar las dificultades.
FELIZ 2013