Estos días he tenido la oportunidad de visitar Bugéjar, aldea perteneciente a Puebla de D. Fadrique que se encuentra al sureste de la Puebla y a la que se puede acceder desde La Toscana y desde las Cañadas de Cañepla, a través de la carretera A-317. Hace algunos años que no pasaba por aquí y me ha llamado la atención el mal estado en que se encuentra la carretera de acceso desde el cruce de La Toscana.
Al llegar a Bugéjar he encontrado un pueblo deshabitado, únicamente el balido de algunos corderos se escuchaba a lo lejos, y el ruido de un tractor hacía pensar que la actividad en el lugar era mayor, nada más lejos de la realidad.
He recordado por unos instantes mis lecturas sobre la importancia histórica del lugar. Al parecer, la primera referencia a la existencia de un municipio romano en Puebla de D. Fadrique se encuentra en Ceán Bermúdez, que al referirse a Bugéjar (Bugexar) dice que está a 5 leguas de Caravaca de la Cruz y señala:
“Dicen que fue el municipio Burginicium de los bastitanos. Contiene en su recinto grandes piedras labradas y cimientos de grandes edificios y no hace mucho se descubrieron en él cascos y urnas de barro. En un cerro de su término hay ruinas de una antigua fortaleza.”
Recuerdo por unos instantes las conversaciones con mi compañero y amigo Isidro Elbal Llopis sobre las publicaciones de su primo Miguel Rodríguez Llopis sobre estos territorios en las que dice:
El privilegio de concesión de Segura a los santiaguistas fue confirmado el 5 de julio de 1243, cuando ya toda la región se encontraba sometida a Castilla, detallándose ya la totalidad de fortalezas y aldeas que quedaban comprendidas en el término de Segura “Muratalla, Socouos, Bueycorto, Gutta, Letur, Priego, Feriz, Abeiuela, Litur, Aznar, Abeneycar, Nerpe, Tayviella, Yeste, Agraya, Catena, Albanchez, Huéscar, Mirauet, Vulteyrola, Burgeia”
Vulteyrola es Bolteruela, luego denominada Puebla de D. Fadrique, Mirauet es Miravetes o (Mirabetes) y Burgeia se le denominaba Burgéjar en el siglo XVIII, hoy Bugéjar.
Escuchar y leer sobre Bugéjar en los últimos tiempos va ligado de forma inexorable a sus restos prehistóricos, ibéricos, romanos o medievales y cómo no, a las tan llevadas y traídas aguas del manantial de la Fuente de Bugéjar de las cuales existen numerosos trabajos y publicaciones. Aunque conozco algunos datos al respecto, en esta visita me ha llamado la atención otra cosa, el estado actual en el que se encuentra la aldea y me pregunto ¿Cómo fue realmente Bugéjar? ¿Qué ha pasado con aquella población que otrora suponía un importante lugar de paso, de encuentro y de vida? Bugéjar, aquella que albergó a decenas de personas y a varias familias, el lugar donde desde el Cerro del Trigo vigilaban los romanos estas tierras.
Imagino el lugar algunas décadas atrás, los chiquillos corriendo por el camino pedregoso hacia la escuela, las campanas de la iglesia llamando a misa a los fieles los domingos, las mujeres con el lebrillo lleno de ropa en el costado avanzando hacia el lavadero para lavar la ropa mientras entonaban alguna canción, los rebaños de oveja segureña y cabra murciano-granadina con sus cencerros acercándose a los abrevaderos próximos al nacimiento de agua, agua cristalina que nace de La Zarza.
En mi paseo por Bugéjar observo como restos de cerámica aparecen dispersos en las inmediaciones del nacimiento, el viejo árbol se resiste a desaparecer sobre la era donde antaño se trillaba el grano, en los extensos campos es habitual algún remolino arrastrando plásticos negros, un lavadero aparece envuelto entre juncos y herbazal, está prácticamente en desuso, así como el molino. La iglesia está cerrada y con síntomas de abandono, parece que hace tiempo que nadie reza por aquí a la vista de los numerosos aperos agrícolas que invaden la puerta.
Varios perros pastores tumbados a la sombra de los árboles vigilan sigilosos mi paso por el lugar y en las claras aguas de la acequia que parte hasta las Casas de D. Juan algunos ejemplares de cangrejo rojo americano aparecen dispersos sobre el lecho arenoso.
Llego al manantial, (famosa surgencia la de Bugéjar) que nace entre limos y conglomerados pliocenos, materiales que se encuentran en contacto con otros cuaternarios de la sierra de la Zarza. La base impermeable de este acuífero lo constituyen los materiales arcillosos y yesos del trias keuper. El caudal medio se ha situado históricamente en 30 litros por segundo.
Miro hacia el pueblo silencioso, pienso que cualquiera que haya vivido aquí lo miraría desde este lugar con nostalgia. En este momento siento necesidad de saber más sobre Bugéjar, no he tenido la oportunidad de conocer como se vivía aquí, se de los numerosos trabajos y publicaciones sobre asentamientos romanos y restos cristianos en el lugar, pero desconozco el pasado más reciente, pienso en mi padre, Fidel Rosillo López, quien siempre me ha contado cosas sobre las costumbres de antaño, él me puede ayudar preguntando a sus amigos de Bugéjar que ahora viven en la Puebla y con los que pasa las tardes de su jubilación en torno a una partida de dominó o departiendo sobre los tiempos que les ha tocado vivir.
Según nos cuentan Esteban García Andreu y Antonio Martínez Ortiz la iglesia de Bugéjar es la Iglesia de la Encarnación, donde el cura D. Manuel Sánchez Cánovas y el cura de Almaciles decían misa todos los domingos. A los difuntos tras decirles misa se les llevaba y se les enterraba en el cementerio de La Toscana. Había una escuela donde una de las maestras fue Angelita, mujer del Fortunilla, suegra de Paco García Sánchez. También había en Bugéjar un lavadero público y un horno.
Los herreros y carpinteros eran Honesio, Pedro Miguel y Sabas, además de ser herreros artesanos de aperos de labranza eran muy buenos para arreglar escopetas de caza. Había muchos labradores en el lugar, cómo Paco Martínez, Genaro, El tío Tomás, El tío Domingo, el tío José María o Antonio Martínez " El Pintao".
Juan Antonio “El Gorra” era comerciante y tenía tienda en Bugéjar y también iba por los cortijos, con un carro. Después lo hacía con una camioneta.
Los albañiles eran el tío Paco e hijos, Francisco, Manolo y Bernardo. Otros obreros eran Pedro, Julián, Maturana, Pedro el manco, Diego, Pepe el de Bugéjar que tenía una tienda y era también albañil y la tía Santiaga que tenía un telar para fabricar jarapas.
Antonio del Molino, Genaro y Jerónimo se dedicaban a coger molienda por toda la zona, y también la gente les llevaba para moler.
Los cortijos cercanos son El Jardín, donde vivía el tío Juan del Jardín y el Cortijo de Duque, donde vivían Pepe el de las rojas, el tío Diego, Valentín, Cristóbal, Sebastián y los hijos de Juana (Cristóbal, Agustín, Santiago y Eusebia)
En cuanto a costumbres, las migas se comían antes de ser de día. Los amos cuando contrataban a los muleros les decían que las mulas se espantaban de las sombras de las tejas, esto quería decir que tenían que salir a arar y volver de arar de noche y había un dicho que decía “los domingos no se trabajaba, nada más que sacar las cuadras y traer un carro de leña” Al contrato de trabajo ellos lo llamaban "ajustarse", entraba en el contrato también la realización de las esteras, capazos y ramales que tenían que hacerse de esparto.
Así era Bugéjar en las décadas de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado. A partir de los años sesenta y setenta los habitantes de la aldea se trasladaron principalmente a Puebla de D. Fadrique donde tenían mejores condiciones de vida. El avance de las tecnologías y los transportes (mejores coches y maquinaria agrícola) facilitó el ir y venir desde la Puebla para cultivar los campos y mantener el ganado.
Hoy día Bugéjar es una aldea deshabitada y sin servicios, las casas que aún quedan en pié se utilizan como recintos de aperos o para el ganado, en algún caso para pasar algunos días en verano. Quedan sin embargo los restos del molino, los lavaderos o la iglesia y un entorno singular con el manantial como protagonista de fondo.
He querido con este artículo recordar a un lugar muy importante en la historia de Puebla de D. Fadrique, lugar que puede estar condenado al olvido y del que no nos podemos olvidar por su importancia y por los numerosos recursos que ofrece. Son muchos los detalles que quedan en el tintero y muchos los comentarios y vivencias de los habitantes de Bugéjar que no he podido mostrar, por lo que agradezco los comentarios al respecto.
Gracias a Esteban García y Antonio Martínez por sus aportaciones a este artículo.
Dedicado a todos los que han nacido y/o vivido en Bugéjar.
José Fidel Rosillo Martínez.
ANEJOS:
En este apartado de anejos, añadiré la información adicional que encuentre o reciba sobre Bugéjar y que haga referencia a su historia reciente.
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Plano sin escala realizado al parecer por Antonio José Navarro, cura de Vélez Rubio y Abad de Baza, en 1786 a instancias del obispo de la diócesis de Almería, Anselmo Rodríguez sobre el litigio entre el arzobispado de Toledo y el obispado de Almería por una parte de Bugéjar.
Fuente:
Archivo Ducal de Medina Sidonia. Leg. 1419.
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Alumnos de la Escuela de Bugéjar con Dª Anita. Curso 1962-1963.
Fotografía cortesía de Encarna Jiménez Martínez.
Nombres de la profesora y alumnos de la escuela de Bugéjar en 1963.
El listado de nombres se irá actualizando con los datos que reciba.
1. Paco de Ramón (Perinolo)
2. Antonia Mateos Mateos.
3.
4. Diego Fernández Gómez.
5. Urbano de Ramón (Perinolo)
6. Cati Gázquez Hita.
7. Cruz "de la Fermina".
8. Teófilo Anguita Garcia.
9. Paquita "del Molino".
10. Mª del Carmen Anguita Marin.
11. Dolores Muñoz Martínez.
12. Vicenta López Mateos.
13. Santiago Gázquez García
14. Policarpo Anguita Garcia.
15. Antonio del Molino.
16. Francisco Gázquez García.
17. Atilano López Romero.
18. J. Antonio Arias Ciudad.
19. Sacramentos García López.
20. Paula García.
21. Encarna Jiménez Martínez.
22. Amparo Mateos Mateos.
23. Donata López Arjona.
24.
25. Vicente Mateos Mateos.
26. Alejandro Mateo Romero.
27. José Tristante Olmedo.
28. Policarpo Anguita Marín.
29. Antonio Mateos Romero.
30. Manolo López Arjona.
31. Teresa Román Arias.
32. Nonilona Gómez Brígido.
33. Encarnación Fresneda Anguita.
34. Vicenta López Romero.
35. María García.
36. Bernardina de Ramón (Perinolo)
37. Doña Anita.
38. Gertrudis Olmedo Sandoval-
39. Herminia del Jardín.
40. Herminia de la Fermina.
41. Antonia Mateos Mateos.
42. María Mota Ballesteros.
43. Angeles Román Arias.
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Juventud de Bugéjar en el año 1970. Fotografía cortesía de Facundo García.
El listado de nombres se irá actualizando con los datos que reciba.
1-
2-
3-Toñi García Martínez
4-Jose Mª García Martínez
5-Angelita Maturana Martínez
6-Atilano López Romero
7-Sacramentos (fallecida)
8-Manolo López Arjona
9-Antonia Navarro Martínez
10- Antonio López Arjona
11-Donata Lopez Arjona
12-
13-Francisco Llanas Martínez
14- Fina Maturana
15-Juan Pedro García Martínez
16-
17-Fermina García Martínez
18-
19-Provi López Arjona
20-Manolo García López
21-Vicenta García López
22-Aurelio García López
23-Facundo García Martínez
24-
25-
26-
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ENCUENTRO EN BUGÉJAR DÍA 5 DE AGOSTO DE 2012
Misa, procesión, paella y degustación de cerveza, baile y cante flamenco y un buen rato en compañía de buena gente. Feliz verano.
ENCUENTRO EN BUGÉJAR DÍA 17 DE AGOSTO DE 2013
ARREGLO DE LA IGLESIA DE LA ENCARNACIÓN. AÑO 2014.
Fotografías cortesía de D. Juan Luis García. Párroco de Puebla de Don Fadrique.
GRACIAS A Mª DEL CARMEN ANGUITA POR ESTE DETALLE
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FUENTES CONSULTADAS:
Guía de manantiales de la provincia de Granada.
Ceán J. S. Sumario de las antigüedades romanas que hay en España.
Espacio y tiempo en la percepción de la antigüedad tardía. Antigüedad y Cristianismo. Monografías Históricas sobre la Antigüedad Tardía. Antonio González Blanco.
Alfonso X. Aportaciones de un rey castellano a la construcción de Europa. Miguel Rodríguez Llopis.