Con los calores del estío y la exacerbación
y sofoquina que nos están provocando nuestros excelsos, exiguos instruidos y versados y a la vez desmañados estadistas
oligarcas, viene bien trasladarse por algunas horas a lugares sosegados como el
Paraje de Las Santas en Puebla de D. Fadrique para recuperar dinamismo.
En estas fechas, las imágenes de
las Santas Alodía y Nunilón permanecen en su gran hornacina sobre la peana en la
Ermita del Monte. El lugar está tranquilo, atrás quedó el bullicio avivado por la
multitud de feligreses que acompañamos a nuestras patronas en su romería.
Supieron elegir bien el enclave
Dª Leonor de Aragón (hermanastra de Fernando el Católico) y su esposo D. Luis de Beamonte (Conde de
Lerín) cuando construyeron la ermita de
Las Santas en este paraje que se asemeja a su tierra Navarra. Posiblemente este hecho, haya dado
lugar a que se mantenga junto a la ermita el agua tan necesaria, que da vida al
entorno y a determinados invertebrados de agua dulce que aparecen en muy pocos
lugares de Andalucía. Es sin duda el
agua del manantial de la Ermita de Las Santas la que le da vida al lugar, sin
ella, los materiales yesosos que
aparecen en el entorno favorecerían un lugar yermo y baldío, únicamente
habitado posiblemente, por chaparros y pinos.
Sin embargo, la humedad del
terreno favorece la presencia de numerosos ejemplares de árboles, los cuáles, aparecen
dispuestos en torno a la acequia que desciende escalonada por la ladera. Hace
años destacaban antiguos grandes olmos, pero con la aparición de la grafiosis (Ceratocystis
ulmi) han muerto progresivamente, por lo que se han tenido que plantar
otros ejemplares de árboles de hoja plana como Álamos, Acacias, Plátanos o
Sauces para que den sombra en el lugar. No obstante, aún quedan ejemplares de
olmo que han sido tratados y que se resisten a desaparecer.
En torno a las enormes mesas de
piedra que se extienden por el área recreativa, donde merendamos y pasamos la
tarde, numerosos invertebrados nos acompañan buscando la humedad y el frescor
del agua y a la vez el intenso calor del sol. Algunos de ellos, incluidos en el
Libro Rojo de los Invertebrados de Andalucía.
Entre los lepidópteros pude
observar ejemplares de Dorada manchas blancas (Hesperia comma), Banda curva
(Hipparchia fagi), Palyommatus, Colias
croceus, Melanargia lachesis o el Sátiro moreno, alguno de ellos incluido también
en el libro rojo como especie en peligro.
Mientras los chiquillos
disfrutaban con el agua de las caceras junto al antiguo Castaño de la ermita,
yo no podía dejar pasar la oportunidad de observar algún ejemplar de Corrosella,
(gasterópodo singular de concha en
espira y ovalada amenazado como vulnerable) por lo que, con paciencia y
exquisito cuidado, busqué a estos diminutos seres que se camuflan en las
paredes de la acequia y se confunden con pequeños cantos rodados.
Pocos vertebrados se dejaban ver
a estas horas, tan solo la presencia y el graznido de algunos cuervos y dos
ejemplares de ardilla (Sciurus vulgaris) que incitaban nuestra atención entre
los encinares existentes.
Es este sin duda un lugar especial.
Un claro ejemplo de armonía y en muchos casos de simbiosis entre seres de
diferentes especies, donde por un lado las actuaciones humanas han favorecido
el desarrollo y vida de organismos singulares y por otro lado, la presencia de
seres animales y vegetales fomentan la tranquilidad, el bienestar y
esparcimiento de las personas que lo visitamos.
Quiero finalmente recordar que es
nuestra responsabilidad cuidar y mantener en condiciones óptimas estos lugares,
evitando encender fuego en estas fechas y procurando dejar el lugar limpio de
residuos.
EL BOSQUE ES NUESTRO PULMÓN, DEJA
QUE RESPIRE.
Hola. Una vez mas excelente entrada. Esta vez queria felicitarte pore el trabajo de fotografia tan bueno que nos has regalado. Simplemente genial. Que por otra parte, no se podia esperar menos, de uno de los sitios mas "mágicos" de nuestra tierra.Nos vemos en breves fechas.
ResponderEliminarGracias Antonio, me alegra que te gusten las fotografías, el texto se digiere mejor con buenas imágenes.
EliminarYa queda poco para esa cervecita, saludos.
Hola José Fidel, sin duda este lugar tiene algo de mágico no sé si por Las Santas o por alguna razón geomagnética o algo así. Casualmente estuvimos el pasado sábado mi hijo y yo (te invito a que veas la última entrada de mi blog) haciendo ciclismo pues con estas calores veraniegas y políticas me apetece más la bici que las caminatas.
ResponderEliminarTe llamo uno de estos días para quedar y visitar algún interesante paraje.
Un abrazo extensivo a toda tu familia.
Hola Santi, sin duda es un lugar especial, por su naturaleza y por lo que hemos vivido ahí. Nos vemos, un abrazo.
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