Impresiona ver el despliegue veloz de las flores pero, afortunadamente las flores siguen abriéndose lentamente, sin estrés. Deseo que sigan haciéndolo toda la vida y, que esa prisa por llegar aceleradamente, sólo sea para aquellos que voluntariamente gocen del abominable estrés de las grandes ciudades; ya se sabe: sarna con gusto no pica.
No lo quiero ni imaginar, la naturaleza viviendo a este ritmo. Al igual que tú, prefiero verlas despertar lentamente, aunque me gusta ver estos montajes acelerados, donde se puede comprobar como cada especie estila una manera diferente de mostrar sus intimidades.
Impresiona ver el despliegue veloz de las flores pero, afortunadamente las flores siguen abriéndose lentamente, sin estrés. Deseo que sigan haciéndolo toda la vida y, que esa prisa por llegar aceleradamente, sólo sea para aquellos que voluntariamente gocen del abominable estrés de las grandes ciudades; ya se sabe: sarna con gusto no pica.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Javier.
ResponderEliminarNo lo quiero ni imaginar, la naturaleza viviendo a este ritmo. Al igual que tú, prefiero verlas despertar lentamente, aunque me gusta ver estos montajes acelerados, donde se puede comprobar como cada especie estila una manera diferente de mostrar sus intimidades.
Saludos.