Así
lucían el 12 de mayo los romeros en los cortijos de Juan Galera y San Roque, romeros en la Puebla
acompañados de amapolas, tomillos y espinos.
Son
días de primavera, de compartir buenos momentos con la familia y amigos y de
disfrutar de los recursos naturales que ofrecen la Sagra, el río Bravatas y su
entorno. Son días de fiesta en Huéscar y Puebla de D. Fadrique.
En
la mañana del primer lunes de pascua las santas fueron llevadas por munícipes y clérigos a Huéscar,
donde según la costumbre permanecerán 50 días, este año hasta el 28 de mayo, día
que serán entregadas a la Puebla. Días
antes, permanecían tranquilas y recién
restauradas en la ermita del monte. Así nos encontramos a las Santas Alodía y
Nunilón en el bautizo de mi sobrina Alejandra hace unas semanas en la ermita
del monte.
Vivían
estas hermanas en la villa aragonesa de Adahuesca (próxima a la antigua Castrum
Vigetum) hoy llamada Alquézar. Su padre, un Godo del Valle del Ebro que se
convirtió a la religión islámica para mantener sus propiedades y su madre, quien desde pequeñas y tras fallecer su padre
las educó en la fe cristiana.
Al
morir su madre quedaron bajo la custodia de un pariente musulmán. Este les
aconsejó que abandonaran el cristianismo para no perder sus propiedades. Los consejos se convirtieron en amenazas y
denuncias terminando con las hermanas ante la presencia del walí de la
provincia llamado Zimael. Tras varios
intentos de persuadirlas Zimael ordenó que las decapitaran y abandonaran sus cuerpos
en el campo a la intemperie, hasta que unos cristianos les dieron sepultura en
un lugar llamado Las Horcas.
No
sabía la reina de Navarra Dª Oneca (devota
de las dos jóvenes mártires y que rescató sus cuerpos y los trasladó al
monasterio de Leyre el 18 de abril del año 880) que siglos más tarde algunas de
sus reliquias y la devoción a estas Santas serían traídas por gentes de Navarra
a estas tierras del norte de la Provincia de Granada.
Fue
D. Luis de Beaumont y su esposa Dª Leonor de Aragón, hermanastra del rey
católico quienes trajeron pobladores navarros a estas tierras, con ellos su
folklore, su gastronomía y la devoción popular a las Santas Alodía y Nunilón,
devoción que se mantiene viva en nuestros días.
La
historia es larga de contar desde aquellos años de reconquista hasta la
actualidad, por lo que sugiero para mayor y mejor información la lectura del libro: Santas Mártires del
Monte Alodía y Nunilón, Patronas de Huéscar y Puebla de D. Fadrique (Granada) de Rafael Carayol Gor.
Y
como no, la visualización de un video de la entrega de las Santas por los
vecinos de Huéscar a los vecinos de Puebla de D. Fadrique y su posterior
traslado a la Puebla.
Disfrutaremos
estos días de romería con la compañía de nuestros paisanos, familiares y
amigos. Al menos en esto, de momento, aún no hay recortes.
J.
Fidel Rosillo.